Tengo una amiga que canta bellísimo, y yo me maravillo cada vez que la escucho, y no puedo evitarlo, me encanta halagarla decirle cuan hermoso es su canto. Y sin embargo me lleno de preocupación porque se cuan fácilmente perdemos el piso los seres humanos cuando nos halagan, así que me dio por hacerle bromas sobre sus defectos y entonces entendí cual es la función sagrada de las bromas, de la risa, del humor.
Cuando la mente se da cuenta de que hace las cosas muy bien, comienza a verse ante el espejo y a decir: ¡Que bonita soy! pero al hacerlo lo que sucede es que se cierra en si misma, se cierra al corazón, es decir se vuelve engreída, arrogante, desdeñosa, altiva. Cuando la mente se cierra al corazón, todo lo que hace, resulta demasiado artificial, demasiado forzado, demasiado innatural, demasiado inarmónico, demasiado destructivo; observa todo lo que el ser humano ha creado, y entenderás lo que resulta de una mente cerrada en si misma, cerrada al corazón.
Las bromas tienen la función sagrada de hacer que la mente deje de verse al espejo y se abra al corazón, para que así el corazón pueda hacer uso de las virtudes de la mente. Cuando el corazón hace uso de las virtudes de la mente, lo que hacen entre los dos resulta sumamente armonioso, natural, fácil, sencillo, constructivo, fértil.