El miedo es una esencia sagrada, el miedo es una energía sagrada, el miedo tiene una función sagrada...
El poder detras del miedo es la muerte, cuando nos lastimamos, como cuando nos cortamos, nos duele porque hay muchisimas células muriendo, y el dolor nos hace temer por nosotros mismos, por nuestra vida. Lo mismo pasa cuando sufrimos una humillación o un desamor o mucho aburrimiento, el dolor emocional implica que hay muchas neuronas muriendo a causa de la perdida de apoyo moral...
El espíritu invento el sufrimiento para despertarnos, es como despertarnos a pellizcos o a cubetadas de agua fría, no es que nos duela porque nos lastimamos o porque fuimos lastimados, sino que nos duele porque el espíritu decidió que existiera el dolor. Si el espíritu hubiese decidido que no hubiese dolor, simple y sencillamente no nos dolería nada y nos importaría un comino que nos mutilaran o que nos despedazaran, o que nos hicieran chicharron, y nunca hubiese habido evolución biológica y seríamos simples rocas que si bien son concientes dado que toda la energía es conciencia en si misma, no alcanzan a tener la agudeza ni la nitidez de conciencia de los seres vivos, lo cual es un proyecto muy anhelado por el espíritu: despertarse a si mismo.
El miedo al dolor y el sufrimiento con que nos presiona la muerte tiene la función sagrada de obligarnos a aprender, de obligar a nuestra conciencia a hacerse cada vez más aguda y nítida. La muerte es el poder con que nos martilla el espíritu hasta que o nos rompemos o agarramos el temple de la más fina aleación de sentimientos y pensamientos.