Hay una tarea que las parejas pueden realizar para intentar renovar su amor mutuo, consiste en dejar de mirarse el uno al otro en medio de su mutua necesidad, y voltear hacia el entorno mágico, que es todo lo que han ignorado y hecho a un lado durante su relación de exclusividad entre dos personas. Deben hacer un esfuerzo premeditado por incluir en su relación todo eso que han estado excluyendo todo este tiempo: el mundo, el universo, el espíritu, la muerte.
La forma práctica de realizar esta tarea, consiste en platicar con todo, con absolutamente todo, todos los seres vivos y todas las cosas que los rodean, platicar con todo en todo momento, mientras trabajan, mientras se transportan, mientras están juntos, mientras comen, mientras se asean, mientras descansan, todo el tiempo, con todos los seres vivos y con todas las cosas.
Deben platicar con todo acerca de sus problemas y pedir consejo, deben además decirles cosas bonitas, dulces, cariñosas, tiernas, románticas, las palabras mas bonitas que uno podría decirle a un ser al que uno adora y ama con devoción. De esta forma uno aprende a abrir su corazón al espíritu, al universo, y uno literalmente se enamora perdidamente y sin remedio del universo en que vive, es tanto el amor y tan amplio, que amar a la pareja es algo que ocurre de por si, nuestro amor se abre en todas direcciones y es inevitable que incluya a esa persona que es nuestra pareja.
Sin embargo, las cosas no pueden seguir siendo iguales, puesto que algo muy fundamental ha cambiado... Los límites de exclusividad que nos permitían hablar de la pareja, de una relación de exclusivamente dos personas, se desvanecen, !el amor es ahora demasiado incluyente! ¡porque incluye al universo! ¡uff, esto es demasiado para la mente!
Entradas
