Los remordimientos tambien tienen una función sagrada, que consiste en hacernos recordar los errores que no queremos volver a cometer, pero ese es sólo el ardid que usa el espíritu para hacernos más alertas, lo mismo sucede con los resentimientos, que nos forzan a recordar aquello que no queremos que nos vuelvan a hacer. El dolor nos lleva a mantener fresca la memoria y la memoria nos lleva a temer por un futuro doloroso, y así estamos alertas, desconfiados y cuidadosos todo el tiempo: nos hacemos concientes a la mala.
La mente humana surge cuando en nuestros antepasados la memoria se empezó a hacer más y mas prolongada, hasta que pudimos recordar las cosas que nos sucedieron durante muchos años hacia el pasado, mientras más prolongada era nuestra conciencia del pasado, tambien nos tornabamos más concientes de que podíamos tener un futuro de muchos muchos años, tantos que parece que no vamos a morir nunca, piensa que puedes vivir hasta los 90 años y sentiras que es una eternidad de horas y minutos...
Así que la memoria es lo que hizo emerger la conciencia humana, con todas sus peculiaridades y extrañezas. Piensa en todas las aberraciones mentales de los seres humanos y quizá entiendas que todas surgen de este hecho extraordinario: la concepción del paso del tiempo desde un pasado infinito hacia un futuro infinito. En verdad uno termina convencido de que se puede ser eterno. Este tipo de ideas es lo que nos hunde en la individualidad egocentrica y destructiva, no son ideas del mal, ni de satanas, ni nada por el estilo, sino simples consecuencias del hecho extraordinario del acrecentamiento de la memoria humana y de nuestra incapacidad para desabsorvernos de la idea del tiempo infinito, para poder regresar al sentir del instante actual en un universo gigantesco, monstruoso, sin límites.
Es muy normal obsesionarse con los remordimientos y resentimientos, tan así que aunque ya no cometamos los mismos errores, o aunque ya no seamos debiles victimas, seguimos aferrados a nuestros remordimientos y resentimientos, eso puede pensarse que no es algo natural, sino algo mas bien aprendido, algo cultural. Es aquí donde hay que examinar el significado de cultural, cultural normalmente se dice de algo que no es genetico o biológico, sino resultado de elucubraciones mentales, y es verdad, mas sin embargo, si somos observadores y curiosos nos daremos cuenta de que la cultura está gobernada por dos fuerzas biológicas sumamente poderosas: el sexo y el miedo. El sexo y el miedo lo gobiernan todo en nuestra sociedad, si nos aferramos tontamente a nuestros remordimientos y resentimientos es porque tenemos miedo o porque nos preocupa conseguir pareja...
Para liberarnos de nuestras obsesiones, resentimientos y remordimientos, se hace necesario deshacerse de la idea de un pasado nuestro y de un futuro nuestro, debemos eliminarlos de tajo. A veces las memorias son muy frescas y nuestras obsesiones estan en el nivel de los pensamientos, como frases que nos repetimos constantemente, pero a veces las memorias no son concientes en los pensamientos, sino que quedaron impresas en nuestros sentimientos y es dificil comprenderlas. Aunque no parezca que tengamos memoria de los hechos, la verdad es que si tenemos una aguda memoria de nuestros sufrimientos pasados pero estan incrustados muy profundamente en nuestro ser. Así que se hace necesario comprender que es lo que asustó tanto a nuestro ser, porque esos sustos del pasado son los que nos ayudaron a despertar como seres vivos que luchan por sobrevivir, es el desarrollo primordial de nuestra conciencia haciendo que el yo se contraponga a lo demás en la individualidad.
Una vez que nos damos cuenta de cuales fueron los sustos que recibimos en el pasado, debemos entonces procesarlos de forma que ya no nos obsesionen, debemos dejar de exagerar el miedo: la muerte no es tan terrible, la muerte es un hecho hermoso de amor espiritual. Así que cuando uno ya se dio cuenta de lo que lo asustó tanto en el pasado, basta con evocar nuestra muerte de una forma hermosa, dulce y amorosa para desacernos de las obsesiones, evocar el hecho de que estas muriendo tranquilamente y de pronto ¡Pum! ya estas muerto, eso es todo. Evocalo ahora, mientras más veces lo evoques más preparado estarás para enfrentar y resolver cualquier situación, incluyendo por supuesto a la última situación: nuestra muerte o la muerte de un ser querido. Así que uno terminará diciendose: no soy una pobrecita víctima, nadie es culpable de nada, nadie tiene que pagarme nada, todo lo que me pasó tenía una razón sagrada, etc.
Pero no es que uno vaya a dejarse maltratar, o vaya a maltratar a alguien, en realidad al hacernos concientes de nuestras memorias dolorosas aprendemos como actuar apropiadamente en armonía con el todo, pero ahora al liberar nuestras obsesiones sobre ellas, dejamos de estar encadenados al miedo: lo importante sobre lo que el espíritu quiere que tomemos conciencia, no es el sufrimiento, ni la idea del bien y el mal (ideas que son siempre rígidas), lo que el espíritu quiere es que nos tornemos concientes de lo que es fluir en armonía con el, el dolor es sólo una herramienta temporal que usa para enseñarnos, pero no es el fin, el fin es tornarse conciente del vayven del espíritu para imitarlo en todo momento, cuando lo logramos, nos damos cuenta de que el dolor era una ilusión didáctica!
Sufrimos mientras no aprendemos a bailar con el espíritu, porque parece que tenemos dos pies izquierdos, somos demasiado torpes, pero es la torpeza la que nos ayuda a tornarnos concientes. Si fuesemos creados perfectos, sabríamos bailar con el espíritu, pero no seríamos muy concientes de ello, eso es lo que experimentan los objetos. Es gracias a nuestra natural torpeza con la que fuimos creados, que podemos aprender a bailar con el espíritu, pero de una nueva forma, teniendo una agudisima conciencia de que lo estamos haciendo: bailar con el espíritu...